Esta semana cuesta un poquito más volver a Cáceres, despedirse de tu familia, de tus amigos, de tu pareja. Como bien os dije el viernes pasado en la entrada semanal, este fin de semana se ha celebrado la romería y pues a pesar de haber sido un fin de semana lluvioso, lo hemos pasado genial.
El viernes temía bastante por la lluvia ya que si no paraba de llover no podríamos bailar y nuestra ilusión y emoción hubiera se hubiera caído de momento. Por fin, la lluvia paró justo en el ratito en el que nos tocaba salir a mover el esqueleto y a lucir el refajo. Como todos los años, cada baile estaba lleno de sonrisas de los más pequeños que no paraban de reir al bailar, y por supuesto, finalizaban con aplausos.
El momento de cantar a la Virgen fue súper emocionante, dedicándola palabras bonitas, con cohetes y más aplausos, pero aún así me quedo con el mejor momento de todos, aquel que más especial y orgullosa me hace sentir y es que un año más mis queridos abuelos han podido estar ahí, en primera fila para verme bailar, eso sí que es una gran suerte.
El sábado también pasamos un día estupendo, bastante familiar, en el que no faltó ni el baile, ni las risas, ni tampoco la buena compañía. Ya sólo puedo decir ¡hasta el año que viene!
Ahora toca recargar de nuevos las pilas, pues estamos a tres de mayo y los exámenes están a la vuelta de la esquina. No vale relajarse, así que a por ello.
Hasta pronto, preciosos.
¡Buenas tardes Mirian!
ResponderEliminarNada para mí es más importante que las fiestas de mi pueblo, y es que por mucho que se diga de la juerga de la ciudad, jamás se puede comparar al sentimiento que florece en ti en esos días de fiesta en el pueblo, con los amigos de toda la vida, con la familia y es que se está tan agustito...
Yo soy de pueblo y me siento la más orgullosa de serlo. Suele utilizarse como insulto el ser de pueblo, y ni siquiera le encuentro el sentido.
La cercanía, amabilidad y solidaridad que se encuentra en él, nunca lo encontrarás en las ciudades. Es por eso que las personas criadas en él debemos sentirnos orgullosas de nuestra crianza.
¡Que viva la gente de pueblo y sus fiestas!
Un saludo.
Muchas gracias, Laura. Me ha gustado tu comentario, pues no hay nada más bonito que seguir con las buenas tradiciones.
ResponderEliminarUn saludo.