Una mañana de hace casi 9 años, fui con mi padre a Trujillo, el pueblo de al lado. Allí entramos en una cafetería y para mi sorpresa, una chica algo mayor que yo, tenía un perrito. A mí se me fueron los ojos hacia él, nos acercamos a ella y me puso el cachorro en mis brazos. Yo tenía 10 años y él tan solo dos meses. Se trataba de un Yorkshire Terrier. Era muy pequeño, una bolita de pelo. Tuvimos una conexión especial, y no dudé en decirle a mi padre que le quería. Al llegar a casa, lo primero que hice fue decir "mamá, he cogido un perrito, me ha encantado, yo le quiero". Mi madre en un primer momento no quería comprarle, ya que nunca le han gustado que los perros estén en casa, pero entre mi padre y yo, le convencimos. Volvimos a quedar con la chica y me gustó todavía más. Mi madre terminó por decidirse y por fin el perrito ya estaba conmigo, comenzaba una nueva experiencia para mí.
Lo primero era elegirle nombre y aunque nos costó, nos decidimos por "Yaki".
Pasaban los primeros días, y como he dicho antes, la conexión entre nosotros iba creciendo, fue confiando en nosotros poco a poco y cada vez que se tenía que quedar solo en casa, lloraba. Seguía siendo un cachorro y lo que recuerdo como una anécdota era el momento en el que tenía que aprender a andar con un "arnés" para el momento del paseo. Él nunca antes había salido de paseo, por lo que al andar un poquito, ya estaba cansado. Se sentaba en el suelo y eso era una señal para que le cogiéramos (como sabía).
Otra anécdota que puedo contar son las noches en las que hay tormenta. No puede estar solo, corre detrás de nosotros para que le cojamos, ya que le da miedo, buscándonos como figuras de protección y no veáis lo feliz que me siento cuando me busca para ello.Y así puedo seguir contándoos anécdotas horas y horas.
Ahora él tiene 8 años y medio, sigue con nosotros y espero que tarde mucho mucho tiempo en irse. Para mí es más que una mascota, es como un amigo al que puedes llorar y contarle todo lo que te pasa, sin que nadie se entere. Le puedo describir en una sola palabra, FIEL.
Mi madre siempre me dice "Mirian, el perro a quién más quiere es a tí, no se separa de ti" y no veáis la sonrisa que me sale en la cara.
Y como bien se dice, el perro es el mejor amigo del hombre.
Me parece que dedicar un poquito de tu tiempo y aprovechar esta actividad para hablar sobre tu mascota, es algo precioso y tierno.
ResponderEliminarSoy de las primeras en pensar que un animal puede aportarnos mucho más amor, confidencialidad, tranquilidad, que otras muchas personas que están a nuestro alrededor. Se merecen que los tengamos en cuenta y hablemos de ellos con orgullo y cariño.
Como bien dices, "es el mejor amigo del hombre", y no puedo estar más de acuerdo con esta frase ya que se lo han ganado a pulso. No hay nada mejor que disfrutar de su compañía, su amor puro, incondicional y desinteresado...
Creo que todos los que tenemos "una mascota" pensamos que son mucho más que eso. En mi opinión, es algo que todo el mundo debería sentir y vivir alguna vez; sinceramente es una de las experiencias más bonitas de la vida.
Me siento identificada con todo lo que has dicho, Mercedes. La verdad es que no puedo estar más ilusionada, aún después de casi 9 años. Muchas gracias.
EliminarTu entrada me ha emocionado Miriam. Me encantan los animales y sobre todo los perros, de hecho tengo uno, Kira a quién escribí hace una semanas la carta de amor.
ResponderEliminarEs alucinante lo que te hacen sentir y la complicidad que se crea, en algunas ocasiones incluso más que con una persona. Son fieles, protectores, dan amor y sobre todo derrochan felicidad.
Creo que como bien ha dicho mi compañera Mercedes todos deberían saber alguna vez en la vida lo que es esta experiencia y disfrutar de ella.
Muchas gracias Jéssica. Como he dicho, creo que no puede haber un mejor amigo que un perro, siendo un confidente nato.
EliminarBonitas palabras Mirian, realmente precioso.
ResponderEliminarMe parece súper importante la labor de los animales, pues son los que demuestran el valor de estar ahí, con ellos no existe el fallar porque jamás lo van a hacer.
Los respeto muchísimo, estos últimos años sobre todo ha sido cuando más me he concienciado de esto.
Como anécdota recuerdo cuando salí de una operación, al llegar a casa la primera en recibirme fue mi perrita. Durante los días de recuperación, no se separó de mí. Sentía que debía estar por y para mí, y me falta vida para agradecerle todo lo que me ha dado estos años sin esperar nada a cambio.
Gracias por reproducir en palabras todos los sentimientos que tenemos las personas que los adoramos y que nos resulta imposible expresarlos.
Un beso enormísimo para Yaki, me muero de ganas por conocerlo en persona.
Me agradan mucho tus palabras. Cuando hay sentimientos, salen publicaciones como estas. Tú en el comentario no lo puedes haber dicho mejor, siempre están ahí, mostrando ese cariño y acercamiento hacia nosotros.
ResponderEliminarMuchas gracias y estoy segura de que él también está deseando conocerte.